En este podcast hablamos de uno de los grupos de edad más vulnerables en cuanto a los trastornos de conducta se refiere: las personas mayores.
Escuchamos a Teresa Pérez-Espinosa, Médico Psiquiatra de la Clínica de Salud Mental Pérez-Espinosa.
Resumen e información complementaria sobre Salud Mental y trastornos en la vejez
Los trastornos de conducta en la tercera edad se han visto incrementados debido a la pandemia. Si todos hemos sufrido a consecuencia del temor al contagio y de los confinamientos, la Salud Mental en las personas mayores se ha resentido mucho más: el miedo a la hospitalización o a la muerte les ha afectado especialmente durante estos tiempos; sin olvidar el temor a la propia soledad no deseada, un factor deteriorante de la salud en muchos casos, que puede afectar además al comportamiento de los ancianos.
Si tenemos a alguna persona mayor en nuestro entorno, tenemos que ser capaces de advertir las señales que pueden estar emitiendo para advertir de un problema. La pérdida de energía vital, la alteración del sueño, la preocupación excesiva o los cambios en los hábitos alimentarios, cuando son sostenidos en el tiempo, pueden ser signos de alerta que nos deben hacer actuar.
Muchas veces basta una conversación, una palabra amable, hacer que la persona se sienta querida y protegida, no aislada y desatendida, para evitar caer en la anhedonia (pérdida de la ilusión por las cosas que habitualmente nos la hacían), la pérdida de atención y la irritabilidad que en muchas ocasiones se asocia a las situaciones de aislamiento y soledad.
La Salud Mental es fundamental para la salud integral de las personas mayores, especialmente vulnerables a los trastornos de conducta. Es importante promover los hábitos saludables y pedir ayuda a un profesional, para que éste pueda aplicar técnicas de modificación de conducta en ancianos. Con una buena Salud Mental mejoraremos la salud física y el sistema inmunitario, y además lograremos un mejor cumplimiento de los tratamientos y de las consultas médicas necesarias.
Los 6 pilares de la Salud Mental empiezan con A, y son:
– Agradecimiento: agradecer cada mañana por todo lo bueno que tenemos.
– Alimentación saludable: frutas, verduras, pescado, frutos secos; abandonar la comida basura y las sustancias tóxicas.
– Actividad física: dentro de lo razonable para el estado físico de la persona.
– Aficiones estimulantes: con las que disfrutemos en el día a día.
– Audición: las personas que pierden audición tienden a auto-aislarse. Ese trastorno de conducta en personas mayores hace que pierdan funciones cognitivas, interpretando mal las conversaciones de las personas que les rodean.
– Afectividad consciente expresada en voz alta: decir más “te quiero”, ya que es importante la expresión de esta afectividad.
Índice
Principales alteraciones psicopatológicas en la tercera edad
Al margen de las cuestiones que aborda la entrevista, lo cierto es que, llegada cierta edad, es posible advertir en las personas mayores determinados síntomas y conductas -agresividad, agitación, apatía, depresión, etc.- que pueden generar en las personas de su entorno muchas dudas y preocupaciones acerca de cómo abordar estos problemas y trastornos de la vejez.
Por desgracia, la aparición de este tipo de trastornos de conducta en los mayores y síntomas es bastante común, y es importante detectarlos a tiempo para tomar las medidas adecuadas. Son muchas las alteraciones de conducta que pueden darse en personas mayores, que a su vez se manifiestan con distintos grados de intensidad y repercuten de distintas formas en la propia persona y su entorno; pero principalmente, podemos mencionar las siguientes:
Depresión:
Es frecuente que las personas mayores manifiesten en algún momento, o incluso de forma continuada, síntomas de depresión, que pueden alterar su conducta y llevar a un estado de apatía, a abandonar ciertas tareas diarias o incluso hábitos de higiene, a sentimientos de tristeza, generar irritabilidad, etc. La depresión es sin duda una de las enfermedades mentales más frecuentes en personas mayores.
Ansiedad:
La ansiedad es otro trastorno conductual que se manifiesta con frecuencia en las personas mayores, generando estados de angustia o de mal humor, o reacciones inesperadas, como contestaciones airadas o alzando la voz. La ansiedad puede además desencadenar alternaciones en el comportamiento de los mayores que incluyen la repetición de conductas, o estados de agitación.
Agresividad:
Otro cambio de conducta que podemos observar a menudo en las personas de avanzada edad, y que genera situaciones de estrés tanto para la persona que las sufre como en su entorno, es la agresividad, que resulta especialmente difícil dado que hablamos de personas a menudo muy dependientes de otras, tanto en un sentido físico como emocional.
Alucinaciones y delirios:
Si se produce un deterioro cognitivo importante debido a la edad o a alguna dolencia, es posible que aparezcan síntomas como alucinaciones, que provocan que las personas de edad avanzada crean ver cosas que no han ocurrido, o delirios, que hacen que vivan situaciones de gran confusión mental y desorientación. Ambos son trastornos de conducta comunes en personas mayores difíciles de abordar y que deben de ser tratados con comprensión, paciencia, y con la ayuda de un profesional.
¿Qué podemos hacer ante los trastornos de conducta?
Debemos tener en cuenta que las alteraciones de conducta en los mayores pueden manifestarse tanto de forma física (golpes, conductas alteradas, etc) como verbales (insultos, protestas, llantos, etc); ante todo, es importante mantener la calma y tratar de transmitir tranquilidad a una persona mayor que sufre trastornos conductuales, siguiendo pautas tales como:
hablar con un lenguaje claro y comprensible para ella
utilizar un tono de voz bajo y tranquilo
evitar que se sienta agobiada, o las situaciones que le generen estrés
evitar cualquier conflicto o situación de enfrentamiento
promover en ella la autonomía
generar autoconfianza y destacar los logros diarios
estimulación cognitiva, incluso con actividades simples (leer, escuchar la radio…)
estimulación afectiva, expresar de forma verbal y física los sentimientos
promover la actividad física (caminar, pasear) siempre que sea posible
No olvidemos que, además del reto que supone para cualquier ser humano enfrentarse a la vejez, situaciones externas como la pandemia han generado cambios que, si ya son difíciles de afrontar para cualquier de nosotros, aún son más complicados de entender y de abordar para las personas mayores, que han visto alteradas sus rutinas y pautas de vida y deben enfrentarse a situaciones que les generan estrés, que llegan demasiado rápido, y que sienten que escapan a su control.
Los trastornos de conducta en personas mayores pueden además verse agravados o modificados por factores tales como enfermedades graves, medicamentos y tratamientos, dolores, pérdida de visión o de oído, etc. En todo caso, además de seguir los consejos ya mencionados, es siempre fundamental acudir a un profesional que sepa asesorarnos y tratar a la persona afectada, para mejorar así su bienestar y su calidad de vida.