Es una prioridad hacer una Evaluación Integral (Psiquiatría/Psicología/Neuropsicología), a través de una minuciosa Entrevista Estructurada y pruebas psicodiagnósticas: Hamilton Ansiedad- Depresión, STAI, prueba de personalidad (PAI) y pruebas neuropsicológicas (test Barcelona y Stroop).
Una vez realizado el Diagnóstico clínico, se diseña el Tratamiento individualizado.
El Tratamiento farmacológico es necesario en la mayoría de los casos, teniendo en cuenta los tratamientos previos, con mala o nula respuesta, y en ocasiones precisando Farmacogenética.
Contamos con fármacos con buena tolerancia y alta eficacia: Antidepresivos, Ansiolíticos, Estabilizadores del Animo, inductores del sueño y Antipsicóticos que logran disminuir la ansiedad y la angustia, mejoran el ritmo del sueño y elevan el estado de ánimo.
Tras la mejoría de síntomas el paciente se encuentra en el momento de máxima receptividad para iniciar el Programa de Psicoterapia individual y grupal (Terapia Cognitiva-Conductual).
Donde hay sufrimiento emocional hay Urgencia y Necesidad de cambio para:
- Mejorar la Inteligencia Emocional, el Autoconocimiento, el Autocontrol, la Motivación, la Empatía y la Autoestima.
- Identificar los errores cognitivos y las ideas irracionales infundadas, de menosprecio y de culpa, que nutren el Pensamiento negativo y auto perpetúan la Depresión, aprendiendo a aplicar estrategias para potenciar los recursos y competencias personales.
El Control y seguimiento hasta el alta objetiva la mejoría clínica con entrevista individual y familiar y repetición de pruebas psicodiagnósticas para confirmar la eficiencia del Programa.
El objetivo final es recuperar la Salud Mental del paciente, saliendo reforzado del proceso clínico, incorporando hábitos saludables físicos y emocionales, y adquiriendo así valores para recuperar el sentido de la vida.
Teresa Pérez-Espinosa
Médico Psiquiatra
Directora Clínica Pérez-Espinosa