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¿Qué son los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA)?

Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA)

A lo largo de los últimos 30 años ha ido cambiando la percepción de los problemas relacionados con la conducta alimentaria. Inicialmente se consideraban cuadros raros, poco prevalentes, pero en la actualidad ya se consideran trastornos de carácter mental.

Según la OMS, los TCA (Trastornos de la Conducta Alimentaria) son trastornos que presentan comportamientos alimentarios anormales, exceso de preocupación por la comida, el peso y la figura corporal.

Tipos de TCA

Anorexia

Dentro de los TCA, uno de los más prevalentes es la Anorexia Nerviosa. Se manifiesta por una percepción distorsionada de la imagen corporal (no ven su extrema delgadez), una obsesión por controlar su peso mediante conductas compensatorias, restrictivas, para lograr su objetivo.

La Anorexia tipo restrictiva hace que el paciente se niegue incluso a comer, provocando el vómito o abusando de laxantes y diuréticos, actividad física extrema, etc.

La Anorexia puede producir la muerte (sucede en un 5% de los casos), y causa un sufrimiento tremendo en el paciente y su familia, no sólo mental sino físico: anemias, arritmias, osteoporosis, hipo-potasemia, etc, son síntomas físicos asociados a este trastorno. Hasta un 23% de los pacientes pueden manifestar el trastorno cronificado, aunque lo habitual es que se manifieste entre los 12 y 22 años.

El culto al cuerpo que vivimos en la actualidad no ayuda, evidentemente, a las personas que sufren este trastorno. Las redes sociales transmiten imágenes distorsionadas de la imagen corporal, por lo que es importante que el entorno, la familia, esté muy atenta a los síntomas tempranos de este trastorno, que se suele manifestar en la adolescencia (la interrupción de la regla en las niñas que ya han tenido el período, o el pesarse y medirse constantemente, de forma obsesiva, son síntomas habituales).

La Anorexia es la tercera patología crónica más común entre las adolescentes, de las que se recuperan totalmente aproximadamente un 50%. Hay factores genéticos que influyen en la aparición de este trastorno, aunque los hábitos saludables en la comida y el ejercicio son absolutamente esenciales para su prevención y tratamiento.

La conducta alimentaria tiene una relación muy estrecha con la regulación emocional. Por lo tanto, las conductas alimentarias patológicas se convierten en mecanismos de regulación emocional disfuncionales.

Bulimia

La Bulimia nerviosa es un trastorno psicológico que se caracteriza por sufrir episodios de atracones compulsivos, en un tiempo inferior a 2 horas, de una cantidad ingente de comida, asociado a sentimientos de culpabilidad y angustia por la pérdida de control y el miedo a aumentar el peso corporal.

Para diagnosticar el trastorno como Bulimia es necesario que estos episodios se produzcan al menos 2 veces por semana, en un período de al menos 3 meses.

Ante el miedo a aumentar de peso, el paciente con bulimia establece unos mecanismos compensatorios como provocarse el vómito para disminuir el malestar físico y el temor al aumento de peso. En función de estos mecanismos compensatorios podemos establecer dos tipos de bulimias:

  • Bulimia tipo purgativo: es la más frecuente. El paciente provoca el vómito, o toma laxantes y diuréticos para evitar la subida de peso.
  • Bulimia tipo no purgativo: la compensación viene por la actividad física, el ayuno o la dieta.

La Bulimia suele presentarse en la adolescencia o en la vida adulta. Puede provocar también problemas físicos debido a la erosión provocada por el reflujo de los jugos gástricos en la garganta, heridas en los dedos al provocar el vómito, etc.

Al ser un trastorno más «oculto» que la Anorexia (no hay pérdida de peso, y la persona aparenta comer normalmente puesto que los atracones vienen a escondidas), es necesario estar especialmente pendiente ante los posibles síntomas que puedan manifestarse.

Trastorno por Atracón

Otro TCA frecuente es el Trastorno por Atracón. No es tan conocido como los anteriores, pero está reconocido como un trastorno psicológico, un «hambre emocional» insaciable. La persona come una gran cantidad de comida, a mayor velocidad de la habitual, pero no se sacia nunca, experimenta un apetito desproporcionado, comiendo compulsivamente sin ser capaces de evitarlo.

Lo habitual es hacerlo por la tarde/noche, a escondidas, y a diferencia con la bulimia no llevan a cabo comportamientos compensatorios, por lo que el aumento de peso se manifiesta en la mayor parte de los casos, llegando hasta la obesidad mórbida. Es más frecuente en mujeres y se manifiesta habitualmente en la etapa adulta.

Los problemas físicos que conlleva este trastorno son los derivados del sobrepeso: riesgo coronario, desgaste de articulaciones, diabetes tipo II, problemas respiratorios, etc.

Como siempre decimos, para prevenir y tratar estos trastornos es importante «hacer de grúa», estar presentes y disponibles para ayudar, con empatía y respeto. Y un punto importantísimo: no utilizar nunca la comida como premio ni castigo.

Nuestro Programa de Trastornos de la Conducta Alimentaria:

  • Aborda cuestiones sobre qué, cuánto, cómo y cuándo se debería comer.
  • Favorece la modificación de los hábitos alimenticios, adquiriendo nuevas conductas alimentarias saludables y equilibradas.
  • Ayuda a controlar la ansiedad por comer o no comer.