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La Distimia o Trastorno Depresivo Persistente

La Distimia o Trastorno Depresivo Persistente

La Distimia es un trastorno afectivo, que se define como un Trastorno Depresivo Persistente, una alteración del ánimo crónica que cursa con una sintomatología de menor intensidad que un trastorno depresivo mayor, pero de una duración considerable, de unos 2 años. En este caso no hay estacionalidad, el distímico se acostumbra a caminar como en un túnel oscuro, sin que sea relevante la fase del año en la que estemos.

La persona que lo sufre tiene un estado de ánimo bajo, deprimido, durante la mayor parte del día: un «humor enfermo«, presente casi de continuo. Afecta sobre todo a mujeres, entre el 5 y el 6% de la población, aunque los profesionales de la Salud Mental podemos constatar que es más frecuente de lo que aparecen en las estadísticas oficiales.

Frecuentemente va asociado a sentimientos de culpa, irritabilidad, enfado, pérdida de interés, como si se hubiera «apagado la luz«. Esta impresión de «no poder con la vida» surge precozmente, incluso entre niños y adolescentes, antes de los 20 años, y se cronifica a lo largo de los años. Es por eso necesario estar muy pendiente, para evitar precisamente esa cronificación que dificulta el tratamiento.

La Distimia tiene un fuerte componente genético, siendo habitual la presencia del trastorno en la familia de la persona que lo sufre. Las personas mayores con este trastorno están permantentemente tristes, con baja autoestima, sienten que no pueden con el día a día.

Tenemos que ser conscientes de que la Distimia se puede prevenir, con unos hábitos de comportamiento adecuados en el ámbito familiar. No hay que aceptar estar crónicamente triste, porque siempre es tratable. Hay que encontrar el mejor antidepresivo para uno mismo, ya que no siempre funciona el mismo tratamiento para todos, pero el buen profesional de la Salud Mental encontrará sin duda la fórmula que le irá bien a su paciente. Marcarse objetivos realizables, ser consciente de lo que vamos consiguiendo en el día a día, son herramientas imprescindibles para la mejora del estado de ánimo.

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